Para dar el gran paso a una pala de padel de nivel avanzado o profesional, deberíamos llevar jugando un tiempo considerado y haber recibido clases. Es una gran decisión, no nos dejemos llevar por lo que nos digan, e intentemos buscar una pala que se adapte a nuestro tipo de juego, recordad: “No soy yo el que se adapta a la pala, es la pala la que se adaptará a mi juego”
Dicho esto, veamos qué características debe tener una pala de nivel profesional o avanzado.
Características clave de las palas de pádel de nivel avanzado o profesional
En el anterior artículo, os contamos las partes que componen una pala de pádel y los materiales de los que podrían componerse. Esta vez vamos a plantear un mayor número de posibilidades, estad atentos:
- Corazón: Fabricado al 100% en fibra de carbono.
- Tubular:
- Tipo: Existen palas con un tubular o doble tubular, este último tipo siempre será siempre más resistente y reducirá vibraciones.
- Material: Lo mínimo que podemos esperar del tubular o doble tubular de una pala de pádel de nivel alto, es que sea 100% carbono. Últimamente se ha incorporado también la Aramida (Kevlar), y podemos encontrar palas con tubulares compuestos al 50% carbono y 50% en Aramida, haciéndolos aún más resistentes a los impactos. En algunos casos también se ha utilizado el Zylon como material con una alta resistencia térmica y a la tracción.
- Protector: Podemos encontrar diferentes tipos de protectores sobre el tubular de nuestra raqueta. Desde Stock Padel, no somos muy partidarios de la perforación del tubular para el anclaje de un protector. Si la raqueta incluye un protector fijo, recomendamos que esté fijado mediante algún material adhesivo.
- Goma: posiblemente uno de los compuestos más importantes que elegir en nuestra pala. Dependiendo de nuestro juego, nos decantaremos por una goma Eva de menor o mayor densidad.
- Baja densidad: La elegimos cuando nuestro juego no es muy agresivo, no tenemos mucha fuerza y necesitamos que la pala nos ayude a relanzar la bola. Una goma blanda (Soft) nos aportará el famoso “efecto muelle”. Desventaja: Esta goma será menos precisa y perderemos algo de control.
- Alta densidad: Si por el contrario contamos con la potencia suficiente, nuestro juego es ofensivo y nuestra experiencia jugando al pádel es alta, una goma eva de alta densidad o “goma dura” será nuestra aliada. Desventaja: En golpes flojos, nuestra raqueta no despedirá la bola, es decir, necesita de nuestra potencia.
- Plano: Como norma general estará fabricado con dos capas de fibra de vidrio y una última de carbono. Si, efectivamente, una pala de pádel nunca estará fabricada al 100% en fibra de carbono, sería demasiado dura. En cambio, hay pequeñas excepciones como es el caso de la Star Vie Metheora, donde el plano estará formado por una capa de fibra de vidrio y dos de carbono. Seguramente habremos oído hablar de que algunas palas utilizadas por jugadores profesionales son distintas a las que podemos comprar en tienda. Y es que, algunos jugadores profesionales necesitan una pala más dura en el plano debido al uso intensivo y al juego agresivo de dicho jugador.
¿Es posible comprar palas de padel de nivel avanzado baratas? Rango de precios
En cuanto al precio de una pala de pádel de nivel profesional o avanzado, podremos encontrar precios comprendidos entre los 190€ y los 300€ aproximadamente.
Distintos factores influyen en el precio de una pala:
- Lugar de fabricación: El coste de fabricación en España es superior al de Asia.
- Gasto en marketing: Si una marca patrocina a jugadores top del World Padel Tour, lo lógico es que sus productos aumenten de precio para poder asumir dicho coste.
- Posicionamiento: Si una marca quiere posicionar sus productos como bienes de lujo, aumentará sus precios. Ocurre lo mismo si sus productos son “low-cost”.
Independientemente de esto, puntualmente hay marcas que tienen excedente de stock en sus almacenes y realizan grandes liquidaciones. Si esto ocurre, podremos encontrar palas de pádel de un nivel alto o profesional a un precio que rondará entre los 120€ y los 170€ aproximadamente.
